Pensieri dal undici di Gennaio duemilaventuno
Creo que he estado perdida desde siempre, pero hoy entre un montón de deberes de la universidad, música variada (entre melancólicas, reggaeton, funk, dubstep, entre muchas otras…), y mi gran mente divagando como siempre, hemos logrado la combinación perfecta.
Me volví a encontrar, por un momento, por un instante, volví a ser yo. Quisiera ser yo para siempre.
Volver a sentir con todas tus garras de la barriga es increíble, me encanta encontrarme en las cosas más insignificantes.
A veces lidiar con este mundo es tan agotador, que debería ser una práctica diaria reencontrarnos con nosotros mismos después de habernos perdido en la ansiedad, inmediatez y locura de este siglo.
Inclusive admiro mi capacidad de relajarme en momentos de tensión, amo que mi mente divague a la vez de que responde preguntas, usa excel, maneja estados financieros, y piensa, sueña, anhela llegar a este momento sublime en el que escribo…
Quisiera irme de baile, (now playing «Hecha pa mi» de Boza). «Hacemos el amor y nos vamos de la faz, y en un mundo de guerra solo tu me das paz».
Delete
Estoy en una época en donde es más fácil hacer delete a lo que sentimos, que gritarlo a los cuatro vientos.
D de delete, de te dejé, de terminó lo que nunca empezó.
Que asco ser yo y estar escribiendo tan a la deriva, definitivamente horrible.
Iugh, que asco.
¿Cómo salgo ileso?
Te lo advertí…
Tomate tu tiempo
que esto es importante
y antes de salir por esa puerta
sólo ten en cuenta…
no es un viaje de ida y vuelta
Estás buscando algo que ya tienes
Sigue tu camino
yo te cedo el paso
claramente es necesario
que yo te de un espacio
Cuando estés por esas calles
que conmigo visitaste
y repitas nuestros planes
con un nuevo personaje
te acordarás de mi…
te lo advertí…
Estas son cosas que tenían que pasar
y aunque no
Y ya sabes que…
Cuando pasaste dejaste un desastre
me viste
te vi
te vestiste y te fuiste
eres furia, lujuria y exceso, yo soy carne y hueso…
Y sorpresa regresas a:
D A R T E
Demasiado poco
Demasiado tarde
El deseo no se recalienta…
Después del último aliento
se detiene un corazón
enfrentar los sentimientos
es poder decir Adiós
Ya no hay nada entre los dos
Le lloraremos a la luna
ya no hay nada que nos una…
Esta vez no habrá último polvo
no habrá último beso
no estamos para eso
Vale tenernos tan cerca y tan lejos?
Cada día que pasa nos queremos menos
Cada noche nos alejamos más
Que nuestro último gesto sea sincero
un amor de muerte natural.
Preocupante
Es grave cualquier situación que me quite las ganas de escribir; de hecho para tan sólo llegar a concluir este primer epígrafe han pasado cerca de diez minutos.
No quiero escribir sobre el nombre de tan desafortunado acontecimiento que ha provocado el acabose de mis mínimas ganas de reír, pero si puedo contarles como fueron aquellas épocas doradas en donde (aunque no lo crean) volví a enamorarme como esa tonta chiquilla de quince años.
Era lunes, y como todos los lunes estaba un poco revuelta, no podía beber alcohol, (pero claro que quería hacerlo). Una llamada con duración de dos segundos de mi principal, sólo alcanzó a decirme estas palabras: Espérame en la entrada de la U, estoy a dos minutos, y colgó. Ahí estaba yo parada en la entrada de la U y llegó mi principal, le abracé fuerte porque no nos habíamos visto en mucho tiempo, a lo que atrás mío aparecería mi mejor amiga (Margareth)….
Margareth!, grité y ella lo hizo igual, al unísono, pero había alguien más acompañándola, era un chico guapo, muy guapo, alto y jocoso, coqueto y divertido… con el cabello más manoseable posible, e igual de lindo que él. Y dijo: Vamos a beber, estamos en (inserte nombre de bar/pub universitario) con unxs amigxs.
No lo pensé dos veces y asentí, vamos a beber!. Llegamos y el ambiente estaba bien, la música estaba bien, hasta la rubia cerveza estaba bien; todo parecía compaginar con ese chico, había logrado captar mi atención.
Empezamos jugando algo popular llamado, ¿Qué probabilidad hay?, en el que dos personas acuerdan un reto o penitencia y dicen al mismo tiempo un número del 1 al 3 y si es el mismo, se cumple el reto. Fue el turno del chico y le propusieron de reto que tenía que darme un pico (beso a labios cerrados), y boom que acertó con el número (3).
Ahí estaba yo, toda nerviosa, impávida, sin saber si aceptar el beso o no, sin saber si de verdad quería enredarme de nuevo en todo lo hermoso y desgarrador que es el amor; y claro, como cualquier chica consciente de 19 (casi 20) era totalmente razonable que decidiera aceptar el beso de aquél chico. Nos besamos, y nos besamos, y nos besamos…
Update: Y nos seguimos besando 7 meses después de ese primer beso.
¿Conexión instantánea?, ¿Burla a mi idea del amor?, ¿Experiencia?, ¿Amor?…
Quién sabe como se llama eso que sentí en ese momento, lo único que puedo jurar es que no lo había sentido antes, sí, quizás si era amor.
Escribo sin sentido
Honestamente tengo tantas ideas y estoy tan torcida que no sé como se empieza a escribir.
Ni por más que me he leído todos los libros en donde te enseñan como escribir, ni por más que tengo el corazón hecho trizas, ni por más que me estoy quedando ciega al ser una escritora frustrada detrás de una pantalla quema ojos, ni por más que a veces si tengo razones para sonreír.
He de comenzar hablando de que este blog no es mi diario, es por eso quizás que no puedo redactar tanto como quisiera.
Sigo en un vacío infinito. Es bueno escribir cuando uno se encuentra vació?, o de una vez acabo con mi vida en un último verso?
Es para ti…
No me hubiera tomado el tiempo de dedicarte un puñado de palabras si esto no fuera realmente importante para mí.
Quiero empezar acotando que me ha costado un número incalculable de noches sin dormir y lágrimas en las mejillas esta decisión de por fin mandarte el final de todos mis borradores; como sea. Empezaré pidiéndote que espero (por el cariño que nos tenemos) tomes estas palabras de la forma más objetiva posible.
Para ti, mujer y madre abnegada, dura de corazón pero de alma noble y sabia.
Hemos pasado la vida escuchando historias de qué es un engaño y todo lo que acarrea, del dolor y humillación que vive una persona y su entera familia al ser protagonista o público de una traición. ¿Qué es lo que hice mal?, ¿Quién falló?, ¿Qué es lo que viene?. Esas son las preguntas que resuenan en tu cabeza cuando existe una traición, y ¿qué respuesta es la correcta?, esa es la verdadera pregunta.
No existe una objetividad absoluta respecto a una respuesta, pero de lo que estoy segura es que todos los argumentos quedan obsoletos cuando de justificaciones se trata.
Veintiséis
Quiero dejar de pensar en la muerte
en la catástrofe
concentrarme en lo bonito que es disfrutar de uno mismo
de la gente
del amor
del no amor
de la risa
del enganche.
Conocer gente nueva
reconocer a la gente vieja
y ver quien se queda
dejar de tenerle miedo al amor
y empezar a dejar que fluya
ser menos analítica
más esporádica
aprender a escribir mejor
a leer más
y a sentir mejor.
DATE
Esta vez no les voy a hablar de darse, esta vez hablaré un poco del amor…
Una date (cita) que me encantaría realizar y de las que no me quisiera ir jamás es una que he vivido en mis mejores sueños. Cabe recalcar que no he hallado al personaje secundario (chico) que quepa en este papel.
S O M O S
El resultado que venimos viendo al ver el mundo.
Si te detienes a observar el mundo en el cual vivimos podrías percatarte que puedes aprender las lecciones que te plazcan incluso en tu rutina más banal.
Aprendí que somos una construcción nunca acabada, abierta a la temporalidad.
Somos S E R E S ¿Ser-es o seres?
Ser es simplemente dejarse llevar por el mar, como dice aquella buena canción.
Y seres somos todos nosotros, seres que son.
Existimos sin importar el por qué o para qué.
No le des muchas vueltas, a veces no hay un por qué, a veces las únicas respuestas son si/no. Sí, porque no pudimos escapar de haber sido creados y No, porque tampoco vinimos para quedarnos.
Debes intentar comprender el mensaje, o tal vez nunca lo encuentres. Quizás no hay tal mensaje y sólo fue una construcción burda de un escritor torcido y dado (participio pasado del verbo dar).
-Publico después de desavenencias que me han dejado absorto y no calculan lo hermoso que se siente. (Si, definitivamente hermoso)